Saltar al contenido

Horóscopo Árabe

horoscopo arabe

La astrología árabe es todavía una astrología razonablemente desconocida, a pesar de su antigüedad. Se basa, sobre todo, en la idea de las oportunidades que se nos ofrecen desde nuestro nacimiento para avanzar en la vida, y en el estudio de nuestras capacidades reales, de nuestro carácter pero también y especialmente de nuestro patrimonio.

El horóscopo en árabe clásico se basa en el estudio del lugar de nacimiento y su número de habitantes, la fecha de nacimiento, por supuesto, pero también en el contexto social de los padres. Esta forma de estudio astrológico fue muy sensible hace algunas décadas, ya que la influencia del origen social del nacimiento fue muy grande y una persona de origen desfavorecido tenía pocas posibilidades de evolucionar.

Hoy las circunstancias han cambiado, y al final, el horóscopo árabe se ha reducido al día del nacimiento.

Los 12 signos del horóscopo árabe

Son doce y se corresponden con los signos del horóscopo occidental. Tienen el nombre de armas medievales, y son Lanza, Tirachinas, Hacha, Daga, Clavo, Maza, Cuchillo, Alfanje, Machete, Cadena, Daga árabe y Arco.

Lanza (22 de diciembre – 20 de enero)

Es el arma que cierra y abre el año, y eso hace que los nativos de este signo sean respetados por su seriedad, su competencia y su éxito. Son personas cuidadosas, razonables, pacientes y mesuradas cuyos logros se han ganado a través del trabajo duro.

La Lanza ha aprendido, de su paso por la vida, las virtudes de la paciencia, y por tanto, sabe pensar, profundizar y buscar. Pueden llegar a la cima por un camino empinado porque el recorrido les trae satisfacción porque las dificultades no les asustan.

Tirachinas (21 de enero a 19 de febrero)

Según el horóscopo árabe, la honda muestra un gran apetito por la comunión de ideales. Son personas humanistas con inteligencia creativa que nunca dejan de realizarse a través de actividades concretas.

Tienen un espíritu que necesita renovar lo existente, inventar, sorprender a las personas que los rodean, emocionarse con las habilidades creativas, ampliar sus horizontes, ir más allá. Además, les gusta ver las cosas en su totalidad sin perder su individualismo.

Hacha (20 de febrero a 20 de marzo)

El hacha es un arma polivalente, y sus nativos también tienen esta multidisciplinariedad. Si naciste bajo la influencia de este signo, te mueve un poderoso ideal universal de amor y belleza. Estás en una búsqueda constante por cumplir un sueño de perfecta realidad, donde todo se confunde en completa armonía; además, la vida cotidiana te aburre y te castra, y por eso quieres evolucionar continuamente.

El hacha tiene una inteligencia sobresaliente que conecta a sus nativos con todo y hace que no se sientan satisfechos fácilmente. Tienen una gran empatía; facilitan los contactos familiares y ayudan a las personas a deshacerse de sus propias limitaciones.

Daga (21 de marzo al 20 de abril)

Este es un signo del horóscopo árabe que tiene una gran vitalidad, espontaneidad y que puede mostrar su valor hasta límites heroicos. Los nacidos en este horóscopo son intrépidos, pioneros, conquistadores, aventureros y deportistas.

Son personas con gran iniciativa, capaces de tomar decisiones rápidas que no se dejan vencer por la duda y el miedo. Su instinto les guía a la hora de correr riesgos y no saben dosificar sus energías; siempre están dispuestos a gastarlos si creen que la causa lo vale.

Clavo (21 de abril a 20 de mayo)

Los nacidos en este arco son increíblemente cariñosos, ya que se unen con fuerza y ​​pasión. Disfrutan de los momentos tranquilos, pero pueden demostrar una base sólida de enorme trabajo y realizar proyectos a gran escala.

Necesitan ver logros concretos, porque nada estimula más a Clavo que ver avances reales en un proyecto y que el fruto de su trabajo sea visible y tangible. Y son trabajadores incansables, tenaces, esa energía desbordante que parece inagotable

Maza (21 de mayo – 21 de junio)

La Maza es un camaleón espontáneo, libre y libertino, que nunca pierde las ganas de divertirse y explorar una nueva faceta de su personalidad. Su potencial está listo para sorprenderse, en estado de alerta y capacidad analítica constante.

Poseen una digna facilidad de adaptación que los convierte en un personaje con una inteligencia interesante, adecuada y un gran negociador inteligente. Tienen un don particular para capturar diferentes mentalidades y ajustar su comunicación de inmediato, y pueden salir fácilmente de las situaciones más complejas.

Cuchillo (22 de junio – 23 de julio)

Es un signo que le gusta dar, cuidar y mantener la vida con ternura; tienen una dulzura maternal receptiva e incondicional, que les permite escuchar las necesidades de los demás, e incluso adivinarlas.

Los nacidos en este signo pueden perdonar, entregarse y ser consolados. Atraes la tristeza a tu alma. Tu apertura trae alivio y consuelo. Tu contacto es tierno y amoroso; Sabes proteger, construyes un nido acogedor donde la vida es buena. Tu mundo es un capullo acogedor no sin fantasía; es un mundo del que se excluye toda dureza o sequía. El sueño ocupa un lugar dominante.

La espada (24 de julio – 23 de agosto)

La espada o alfanje es un signo del horóscopo árabe que se distingue por su dignidad y su nobleza. No te falta talento, tu creatividad es excelente y sientes la necesidad constante de aportar o crear trabajo, convirtiéndote en un ejemplo para las personas.

Un poco egocéntrico, la espada necesita ser el centro de atención y es consciente de la importancia de la apariencia y la imagen, algo que suele jugar con el arte. Con gran carisma, atraen a las personas como un imán y saben hacer durar esa fascinación.

Machete (24 de agosto – 23 de septiembre)

Si eres de este signo árabe tienes un gran sentido práctico, tus conocimientos son precisos y permites que la gente confíe en los resultados. Liberas la sensación de perfección porque para ti mejorar, explorar y profundizar tus conocimientos es una constante.

Cuando el Machete alcanza su objetivo, adquiere un conocimiento profundo, verificado y confiable. Su afán de rigor a veces se vuelve pesado, ya que imponen tanto esfuerzo que son capaces de enojarse y arriesgarse a equivocarse.

Cadena (24 de septiembre – 22 de octubre)

Cierto refinamiento y un gran amor por la belleza y la justicia es lo que poseen los nativos de la Cadena. Tienen encanto y amabilidad, que utilizan para protegerse de reproches, conflictos y malentendidos. Su elegancia les permite complacer a todos y abrir su corazón.

Este cartel enfatiza su sentido artístico y estético, la delicadeza del espíritu que les permite crear ambientes agradables y tienen el talento para construir relaciones y promover intercambios. Tienen sabiduría a la hora de amar y dan rienda suelta a los juegos de placer.

Gumía (23 de octubre – 22 de noviembre)

La Gumía es un cuchillo de origen árabe, y es una de las armas de este horóscopo menos conocidas en Occidente. Su gran poder radica en la capacidad de desarrollar un estilo y conocimiento de las cosas ocultas. De hecho, tienen un sentido innato del ciclo de la vida y la muerte, y saben que el final es lo que permite la regeneración.

Si eres nativo de este signo tienes un instinto de supervivencia extremadamente desarrollado, el peligro y los riesgos te atraen enormemente;  esto no significa que tengan una inteligencia penetrante y puedan desarrollar la capacidad de sentir lo que está sucediendo en otros lugares.

Arco (23 de noviembre – 21 de diciembre)

El Arco otorga una personalidad fuerte, en la que las trampas que aparecen en la vida no los desaniman. Tienen una gran aspiración de ampliar los límites de tiempo y son muy idealistas. Tienen una visión social apasionante y les gusta explorar el mundo, el espacio, la religión y los deportes.

Entre las principales virtudes del Arco, se encuentran la confianza, el optimismo y el entusiasmo, y su capacidad para transmitir fe y devoción es interesante, y son valientes por naturaleza.

Tarot Árabe – La Astrología en el mundo musulmán

Diseñado en la antigua Mesopotamia entre el Tigris y el Éufrates, la astrología árabe ya se practicaba en la era sumeria.

El período durante el cual floreció este sistema astrológico estuvo marcado en paralelo por una gran investigación científica, especialmente en astronomía y matemáticas. Varias variantes y prácticas de la astrología árabe se han extendido desde el siglo XI por toda la cuenca mediterránea y especialmente en Sicilia y España, por donde ha pasado la civilización árabe. Las tradiciones vinculadas a la astrología árabe, sin embargo, dejaron poco registro escrito porque era principalmente una práctica rural en lugar de un sistema astrológico reservado para los eruditos de élite. Así, es sobre todo la tradición oral de los antiguos y los relatos transmitidos de generación en generación por los pueblos del Mediterráneo que creían en la magia, lo que ha permitido conservar una tradición adivinatoria única, donde los signos de cada uno de nosotros son todos relacionado con un arma.

El sistema de la Astrología Árabe

Según el sistema de la astrología árabe, cada hombre o mujer está dotado de un arma de combate en el momento de su nacimiento, para acompañarlo y guiarlo por el camino incierto y sembrado de escollos de su vida terrena. El arma que se nos atribuye al nacer tiene un valor talismánico y simbólico en cuanto a nuestra actitud ante la vida, directamente relacionado con las características específicas del arma en cuestión: composición, fuerza, solidez, flexibilidad, ligereza, alcance, precisión. Sin embargo, nuestra arma inicial no decide nuestro destino de antemano. Por el contrario, comenzando con el arma de nuestro nacimiento, podemos, en consecuencia, cambiar nuestro destino y evolucionar cambiando de arma durante nuestra vida. Las consecuencias de las decisiones que tomamos dependen de las capacidades de nuestra arma inicial y afectan nuestra evolución en la vida. Éxito, amor, riqueza, el ascenso social, pero a veces también los fracasos y el estancamiento no son caminos predeterminados e intangibles. Nuestra arma inicial nos da indicaciones claras sobre cómo defendernos de la adversidad de la vida y rebotar cuando sea necesario para llegar a un arma de destino que esté a la altura de nuestras ambiciones.